LA TORRE DE YERO
Por: Santiago F. Silva García y Orlando Álvarez de la PazLa torre de Yero se localiza a 160 m. del antiguo Camino a Santa Cruz, a 400 m. del río Tuinucú y a 7,5 km.
al sur del poblado de Cabaiguán, provincia de Sancti-Spíritus, Cuba.
La no existencia de evidencias relacionadas con la industria azucarera o de documentos que confirmen, hasta el presente, que hubo tales instalaciones; permiten descartar la posibilidad de que la torre haya estado cinculada a tal actividad económica
La no existencia de evidencias relacionadas con la industria azucarera o de documentos que confirmen, hasta el presente, que hubo tales instalaciones; permiten descartar la posibilidad de que la torre haya estado cinculada a tal actividad económica
Sus columnas y arcadas amenazan con desplomarse irremediablemente si no se adoptan medidas con urgencia.
Próximamente se cumplirán 26 años de la propuesta a la Comisión Provincial de Monumentos de Sancti-Spíritus, Cuba para que la torre de Yero fuese declarada Monumento Local, motivo por el cual hemos querido aprovechar para exponer esta 8ª Galería Arqueológica, la cual estamos complementando ahora con
el siguiente texto inspiración de uno de los autores; texto que sintetiza todos los aspectos históricos vinculados a esta construcción arquitectónica del siglo XIX. A partir de estas interioridades, que el autor ha titulado: "Por tus valores", parece establecerse una fluida comunicación entre éste con la referida torre.
el siguiente texto inspiración de uno de los autores; texto que sintetiza todos los aspectos históricos vinculados a esta construcción arquitectónica del siglo XIX. A partir de estas interioridades, que el autor ha titulado: "Por tus valores", parece establecerse una fluida comunicación entre éste con la referida torre.
, parece establecerse una fluida comunicación de éste con la referida torre.
POR TUS VALORES
Veinticuatro años han transcurrido. No se si aún permaneces ahí, imperturbable,sombría; ocultándote -como siempre- de los curiosos, luchando por mantenerte en pie, resistiendo los embates de ciclones y huracanes, del sol, la lluvia y sobre todo...del olvido.
Corría el año mil novecientos ochenta y cuatro cuando te descubrimos,...cuando te dimos a conocer; recuerdo que fue en un evento de la cultura de nuestro pueblo. Desde aquel entonces fuiste admirada por cuantos supieron de tu existencia, a pesar de tu fragilidad, tu desamparo,...tu humildad.
Lograste ser fuente de inspiración de artistas, que al verte, te llevaron al lienzo, para que así puedan verte siempre ¡todos!, nuestros hijos y nuestros nietos; cuando ya no estés entre nosotros.
Eres parte de mi pueblo, de sus hijos...de su Historia. Conociste al mayoral, al negro, al esclavo, al español, al criollo y al mambí. Sobreviviste a la Tea Incendiaria; alzándote de entre las llamas, maltrecha, pero firme en tus cimientos.
Hubo un grupo de jóvenes que entregaron su descanso, de compartir con su familia, sus amigo; escudriñando en los archivos, en la tierra;...en tus entrañas, para evitar tu muerte. Ellos siempre vieron tus valores, los que reclamaban quienes podían salvarte, tu majestuosidad, tu grandeza;...tu historia y los entendió suficientes.
Yo aún creo en los valores; en los valores que se ven desde el corazón y no en los valores que establecen las normas y los reglamentos; esos valores son fríos y estrictos, más los que se ven desde el corazón: cálidos y sinceros.
Conocí una casa, una casa muy...pero muy antigua, contemporánea contigo; en la finca El Cacahual, lugar donde plantean algunos historiadores se introdujo el cacao por primera vez en Cuba.
En aquella casa no dio tiempo a que observaran sus valores y gente sin escrúpulos la destruyeron totalmente. Es probable que algún día llegues a ser una historia muy parecida a la de esa casa y ya no estés con nosotros.
¿¡Y si ocurriera así!?¿Y si realmente ya fuera tarde? ¿Si ya no estuvieras con nosotros? ¿Si fueras sólo un montón de ladrillos dispersos donde antaño re erguías? Ese día,...si no formaras parte de la Historia, si sólo fueses ya una imagen del recuerdo, si todos ya te hubiesen olvidado,...yo,...¡aún así, te seguiría viendo y queriendo!...desde mi corazón. ¡Y sería por eso!: ¡POR TUS VALORES ARQUITECTÓNICO, COLONIAL E HISTÓRICO.
Santiago F. Silva García
Orlando Álvarez de la Paz
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.
email:aguilasdeanaga@gmail.com
*Descargar Galería nº 8 (PDF)
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